La lectura como una base del estudio

Cuando pensamos en el estudio casi siempre se nos viene a la cabeza la imagen de un estudiante leyendo en su mesa de trabajo. Por lo tanto, en un principio, la actividad fundamental que se le asocia al estudio es la lectura.

Hay autores que consideran que el estudio es una forma especial de lectura. Sin embargo, Hernández y García (1991, p.22) definen el estudio como una "actividad de aprendizaje intencional, intensivo y autorregulado, basado en un texto, generalmente complejo ...". En consecuencia, aunque todo parece indicar que muchos profesionales de la educación han equiparado las técnicas de estudio con las técnicas de lectura, es necesario hacer las siguientes observaciones:

-       La lectura implicada en la actividad de estudio es más una condición básica y una herramienta de trabajo que posibilita dicha actividad.

-       Es el medio ordinario para la adquisición de conocimientos que enriquece nuestra visión de la realidad, aumenta nuestro pensamiento y facilita la capacidad de expresión.

-       Es una de las vías de aprendizaje del ser humano y que por tanto, juega un papel primordial en la eficacia del trabajo intelectual.

-       Leer equivale a pensar y saber leer significa identificar las ideas básicas, captar los detalles mas relevantes y emitir un juicio crítico sobre todo aquello que se va leyendo.

ACTITUDES FRENTE A LA LECTURA: ¿qué debo hacer cuando leo?

-        Centra la atención en lo que estás leyendo, sin interrumpir la lectura con preocupaciones ajenas al libro.

-       Ten constancia. El trabajo intelectual requiere repetición, insistencia. El lector inconstante nunca llegará a ser un buen estudiante.

-       Debes mantenerte activo ante la lectura, es preciso leer, releer, extraer lo importante, subrayar, esquematizar, contrastar, preguntarse sobre lo leído con la mente activa y despierta.

-       No adoptes prejuicios frente a ciertos libros o temas que vayas a leer. Esto  te posibilita profundizar en los contenidos de forma absolutamente imparcial.

-       En la lectura aparecen datos, palabras, expresiones que no conocemos su significado y nos quedamos con la duda, esto bloquea el proceso de aprendizaje. Por tanto no seas perezoso y busca en el diccionario aquellas palabras que no conozcas su significado.

Aquí os dejo un enlace interesante sobre las técnicas de lectura:

http://www.mariannavarro.net/apoyo/prelectura.html

Dificultades del estudio (I): la falta de concentración y dificultad para memorizar

A continuación enumero las causas principales que traen como consecuencia un inadecuado desempeño a la hora de estudiar:

• falta de concentración
• dificultad para memorizar
• poca eficacia en la lectura
• fatiga
• aburrimiento
• alta autoexigencia frente a los exámenes
• frustración
• inadecuado descanso
• sensación de incapacidad

Generalmente, a la falta de concentración le sigue el aburrimiento, que dificulta la retención de los conceptos, lo que trae como consecuencia la sensación de frustración en el estudio. Pero al revés también, es decir, el aburrimiento puede ser desencadenante de la falta de concentración, o que el cansancio o la fatiga produzcan una disminución en la capacidad de retención, o bien que la dificultad para memorizar traiga como consecuencia la sensación de la propia incapacidad.

Hoy me retendré en la falta de concentración y la dificultad para memorizar. En días sucesivos desarrollaré los otros conceptos relacionados con la dificultad del estudio.

Falta de concentración

La concentración significa fijar la atención, el pensamiento, la mirada, etc. sobre algo, con intensidad. La falta de concentración es lo que se conoce como dispersión, y resulta de dividir el esfuerzo o la atención, aplicándose desordenadamente, en múltiples direcciones.

No todas la personas tenemos la misma capacidad de concentración: algunas presentan más atención, observan atentamente, otras son capaces de captar con mayor rapidez y profundidad los datos esenciales, otras mantienen la concentración durante largos periodos...

Sin embargo, la capacidad de concentración puede formarse e incentivarse a través de la práctica. Para ejercitarla, además de que es imprescindible hacer un esfuerzo extra de atención, es necesario comenzar por situaciones simples, de la vida cotidiana, que estimulen la observación y la atención. Por ejemplo, prestar atención a qué colores de ropa usamos normalmente, qué zapato (izquierdo o derecho) solemos calzarnos normalmente. Estas prácticas sencillas y cotidianas pueden favorecer esta actitud de fijar la mirada y el pensamiento.

Otros ejercicios que favorecen en su práctica a profundizar en esta capacidad son los juegos de ingenio y acertijos, como crucigramas, sopa de letras, sudokus, etc.

Dificultad para memorizar

Memorizar significa fijar en la memoria algún hecho, situación o cosa, siendo pues la capacidad propia de conservar un conjunto de señales, para evocarlas con posterioridad.

Al igual que la concentración, la habilidad para memorizar para retener hechos, situaciones, etc. puede ser incentivada y ampliada con la práctica.

La dificultad para memorizar puede ser consecuencia de la falta de concentración o bien de un estado de fatiga o de tensión nerviosa.

Muchos expertos aconsejan que para ejercitar la memoria, nada más indicado que la repetición constante de aquello que deseamos retener.

He expuesto en la página Trucos para estudiar otro ejercicio sencillo y práctico para optimizar la concentración y la memoria, al que os invito a realizar. Pincha en este enlace para acceder.

Técnicas de estudio

He incluido un apartado en el blog para las técnicas de estudio.

Iré poniendo ahí algunos de los métodos que puedan ser útiles para el estudiante o alumno.

Puedes acceder desde la barra superior de herramientas o pinchando directamente desde aquí.

También os dejo la web de técnicas de estudio de la UNED y un archivo PDF para que podáis descargarlo, también de la UNED. Pincha sobre las imágenes para acceder a los enlaces:

La importancia de la organización

Aprender a organizar el material y el ambiente en el que se trabaja resulta fundamental para dar los primeros pasos hacia el éxito en el estudio.
La organización del material consta, básicamente, de los siguientes puntos:

• Obtención de:

1. el material elemental para afrontar la tarea (cuadernos, lápices, rotuladores, goma de borrar, regla, etiquetas, compás, resaltadores, marcadores, etc..);
2. los textos requeridos o aconsejados para las diferentes materias.

• Clasificación del material por materias o áreas.
• Realización de un plan de estudio, por materia, y con estipulación de tiempos específicos para llegar con tranquilidad a los exámenes.
• Diccionario general, de sinónimos, y uno específico, de acuerdo con el área de estudio,
• Prolijidad en las anotaciones.
• Determinación clara de tiempos de estudio y tiempos de descanso.

La organización del ámbito de estudio consta, básicamente de:

• Higiene del escritorio o mesa de estudio.
• Disposición práctica y ordenada del material que se va a utilizar en cada oportunidad.
• Iluminación adecuada.
• Aireación suficiente y constante.
• Eliminación de ruidos o interferencias que lleven a la desconcentración.
• Utilización de una silla o sillón cómodo que propicie la adecuada postura corporal.

Mantener el material y el ámbito organizado influye decididamente en la posibilidad de prestar mayor atención y , por lo tanto, propiciar una concentración más profunda, factores fundamentales para lograr la comprensión y retención de cualquier lectura. Si, por ejemplo, nos disponemos a estudiar y al comenzar no encontramos el texto que debemos leer, o si leyéndolo necesitamos subrayar o no tenemos el lápiz a mano, ayudamos a que nuestro estudio se retrase y se desorganice.

¿Cuál es la mejor respuesta a "Estudiar es"?

1. Para aprender algo es necesario retenerlo y recogerlo, pero esto no es suficiente. Hace falta también entender, lo que requiere a su vez reflexionar y pensar. Memorizar sin pensar es solo repetir sin analizar lo que se está repitiendo (repetir como un loro). Estudiar no consiste solo en almacenar datos. Esta respuesta no parece que sea la mejor para definir qué es estudiar.
2. El sentido del estudio es encontrar respuestas para lo que nos preguntamos y o sabemos. Hay que estudiar para saber y no simplemente para aprobar exámenes. Esta respuesta tampoco define qué es estudiar.
3. Esta es la mejor de las cuatro definiciones. Lo fundamental del estudio es la comprensión. Por ello, el estudiante debe esforzarse por comprender todo lo que estudia. No basta entender algunas cosas: hay que intentarlo con todo lo que se estudia y siempre, es decir, de forma sistemática. Pero estudiar no es solo comprender.
4. El estudio no es simplemente adquirir información, conocer cosas. Tampoco puede reducirse a hacer lo que señala el profesor en clase. Si te limitas a hacer esto, tendrás una actitud pasiva y no sabrás hacia dónde te diriges o qué persigues

Estudiar es aplicar las facultades mentales para adquirir, comprender y organizar el conocimiento.

Estudiar es situarse adecuadamente ante unos contenidos, interpretarlos, asimilarlos, retenerlos, para después poder expresarlos en una situación de examen o utilizarlos en la vida práctica.

Todo aprendizaje depende del estudio. De ahí la necesidad de adquirir habilidades de estudio. Con un método es posible extraer de una actividad (manual o mental) el máximo partido. Saber cómo se estudia significa saber pensar; saber cómo pensar, observar, analizar, organizar, es decir, saber ser mentalmente eficiente. Para aprender, el alumno debe seguir un método, de esta manera aumenta el rendimiento. Y se aprende gracias a las estrategias de aprendizaje.

El hecho de estudiar conlleva el objetivo de aprender, y por lo tanto se necesita capacidad y esfuerzo para comprender y para conseguir la reelaboración personal de lo asimilado.

"El estudio es una actividad personal, consciente y voluntaria, en la que el estudiante compromete sus aptitudes psicofísicas e intelectuales y pone en funcionamiento diversos procedimientos (habilidades, técnicas y estrategias) con el fin de analizar, conocer, comprender y asimilar aquellos contenidos (cognitivos, procedimentales y actitudinales) que contribuyen a su formación humana e intelectual" (Castillo Arredondo, 1982).